Gracias a la delincuencia que se vive en los últimos años en Venezuela, sus habitantes viven una paranoia colectiva forzada a resguardar su seguridad. En Los espacios físico y el entorno en general no se puede desarrollar actividades cotidianas y de ocio, sin el temor de sufrir algún tipo riesgo físico, material y psicológico por parte de la delincuencia, la cual se vuelto parte usual en el ambiente. El venezolano específicamente el caraqueño se vuelto en una constante de nerviosismo, lleno de desconfianza y de temor al pensar que la persona que está su lado, o la que está al frente, o la que atrás, o la que se monta en la camionetica de pasajero, en cualquier momento monta un asalto y queda despojado de sus pertenencia o lo que es peor se queda sin vida, ya que al resistirse o al no caerle bien al anti-social puede causar una reacción peor.
Por ahora, son muy pocos o casi nulos los programas que se han desarrollado para retomar la seguridad. El gobierno venezolano no le aprestado la suficiente importancia a este tema que realmente se ha vuelto una preocupante en el colectivo que vive una paranoia el día a día.
